Mateo 4:4 «Pero él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.»
Deuteronomio 8:3 «Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.»
Lucas 4:4 «Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.»
Significa que toda divina enseñanza ilustra al espíritu; y según el grado de indiferencia hacia ella, así es la divina añadidura que recibirá toda criatura; significa que mis divinos mandatos, están en muchos libros; ninguno de ellos tiene la exclusividad de mi divina luz de verdad; significa que todo conocimiento intelectual, es universal en todos y para todos; significa que si exsiste ignorancia en mis hijos, esto se debe al egoísmo humano; así también les será quitado, a los demonios del egoísmo; pues por culpa de ellos, millones de mis hijos, viven en la ignorancia; y no sólo viven en ella; sino que también viven en perpetuo y pasivo hambre de pan; pues la maldita filosofía del dinero, ha creado a pobres y ricos; ha creado el yugo de la desigualdad; ha creado el infierno de la injusticia; ha creado, la maldita explotación del hombre por el hombre; ha creado la maldita filosofía de los malditos dioses faraones; pues estos demonios del pasado de la Tierra, fueron sacados de ella, por ser los primeros ambiciosos del mundo; y su maldita filosofía de explotadores de mi primer rebaño terrestre, de raíz fué arrancada; más, el demonio volvió a tentar a mis nuevas y divinas generaciones terrestres; sí hijo divino; así es; tal como lo leo en tu divina mente: mi divina palabra, todo lo arrolla; todo lo transforma; pues de ella, saco el divino progreso intelectual para todos los mundos; es por eso que tú, hijo divino, lo dijistes: No sólo de pan vive el hombre; sinó de toda palabra que sale de la boca de mi divino Padre; pues todo primogénito como tú, hijo divino, recibe mis divinas instrucciones, por el divino Cantar de los Cantares; que es la divina telepatía universal; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; el divino David, se inspiró por divina telepatía; pues era un divino padre solar; era de una gran antiguidad galáctica; era y es un divino profeta con divina telepatía cantante; es decir, se inspiraba por divina música; igual como tú lo ves, con tu divina television mental; sí hijito; así es: Era de porte gigantesco; pues en aquélla época, quedaban los últimos hijos de los primeros gigantes de la Tierra; sí hijito; sé que tú siempre te preguntas ¿por qué antes había gigantes, y ahora nó? la verdad es que en el pasado, la Tierra vivió otras dimensiones; vivió otros espacios; otros tiempos y otras evoluciones; en aquél entonces, las criaturas no sabían nada de mi infinito amor; vivían según sus propias inclinaciones; más, no estaban sólos; eran visitados por mis naves plateadas; que aún visitan la Tierra; son los llamados platillos voladores por la humanidad terrestre; más, la divina actitud, de los ángeles de luz, que viajan en las naves plateadas, es muy diferente, a la de los tiempos pasados; ellos saben, que el planeta Tierra tiene unas Sagradas Escrituras; como la tienen los infinitos mundos; pues nadie está sólo; nadie es desheredado; todos tienen un divino destino; y saben, que no deben interrumpir, la vida humana; hasta que se cumpla, lo que en ella, está divinamente escrito; ellos saben, desde siglos atrás, que en este planeta, se llevará a efecto un divino Juicio Final; ellos están divinamente acostumbrados, a presenciarlos; pues en estas divinas naves, viajarán al espacio infinito, todos aquéllos que creyeron en ellos; pues escrito está, que la divina fé mueve montañas; mueve infinitos espacios; mueve infinitos mundos; mueve a todo el infinito universo expansivo pensante; pues de la divina fé, en su propia creación, el divino Padre Jehova, lo creó todo; el que no cultiva la divina fé, poco avanza hacia mí; sin ella, nadie tendrá un destino amoroso; sería un destino lleno de incertidumbres; como el que crea en mis hijos, la maldita filosofía de las pasajeras riquezas, que alimentan el cuerpo, y llenan de espantoso incierto al espíritu; creándole un tremendo complejo de inseguridad, frente a la eternidad; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; significa que todo el conocimiento adquirido por cada uno, será divinamente pesado; es decir serán todos juzjados, en el conocimiento, adquirido por el espíritu; pues las vanidades del cuerpo mortal, no cuentan para nada en la eternidad; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina justicia todo lo pesa, lo mide y lo juzja; tres divinos derechos, que cada criatura pidió para sí en la vida humana; pues cada espíritu humano, desea lo mejor, tratándose de estos tres divinos conceptos; es así que por donde se ha pecado, así será también juzjado; pues la divina justicia lo viene anunciando, desde hace ya muchos siglos atrás; ojo por ojo, diente por diente; sí hijito, así es; los antiguos romanos, te aplicaron esta divina ley; más, ellos, no sabían que también serían juzjados, en su misma ley; pues, yo, tu divino Padre Jehova, así lo quiero; para demostrar al mundo, que todo primogénito cumple también con las leyes humanas y pasajeras; pues allí reside, el más sublime respeto, al Padre Jehova; pues si exsisten leyes pasajeras en los infinitos planetas, ello se debe a mi divina voluntad; pues escrito está, que soy el creador infinito de cuanto exsiste; si los hombres abusan de sus propias leyes, cuenta rendirán por ello; como divina cuenta, me rinden todas las infinitas criaturas, del divino universo expansivo pensante; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; sí hijo divino; así es; tal como lo piensa tu divina mente; hasta el tiempo y el espacio, me rinden divina cuenta; pues escrito está, que todo es infinito pacto filosófico, expresado en el propio vivir; pues todos mis hijos de la infinita creación, participan en toda divina perfección; pues todos llegarán a ser divinas lumbreras de sabiduría infinita; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esta divina revelación, causará infinita alegría, en todos aquellos hijos, que me han buscado; de los que, dejándolo todo, se aislan del mundo pasajero; para los tales, la divina gloria es de ellos; empezando por los honorables Dalai Lamas del bendito Tibet; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina justicia se imparte desde los lejanos soles; y los infinitos hijos primogénitos, son los divinos encargados de llevarla a cabo; pues por divina ley solar, exsisten infinitos hijos primogénitos; en cada mundo; pues mi divina creación, no se reduce a un sólo mundo; mi divina justicia está en todos los mundos del divino universo expansivo pensante; pues, escrito está, que el Señor está en todas partes; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; significa que después de toda divina resurrección de toda carne, los niños del planeta Tierra, serán los primeros en viajar al cosmos infinito; pues sus divinas filosofías, son limpias; y ninguna criatura del universo temerá; pues en las lejanas galáxias, ocurren hechos inauditos, de soberbia y maldita violación a mi divina ley de amor; tal como ha sucedido en el planeta Tierra; siendo mi divina creación infinita, todo exsiste en grado también infinito; las tres divinas dimensiones, que conoce la geometría terrestre: Largo, ancho y alto, se suceden en forma infinita; pues según sea el divino grado de evolución en los mundos, así son sus propias dimensiones; es decir que estas tres divinas dimensiones, no son absolutas; no son las únicas; pues ellas son divino fruto, de infinitos pactos filosóficos, de mis divinos querubínes; pues todo planeta los tiene; nadie es desheredado; ni los planetas materiales están sólos; pues también me rinden divina cuenta, de como llevaron a cabo, el divino perfeccionamiento, de sus propias leyes; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina herencia no es exclusiva de nadie; ni del espíritu, ni de la materia; pues ambas son mis hijas pensantes, con los mismos derechos; nadie tiene que ser superior a otro; pues eso no es amor; eso es soberbia; es una maldita filosofía que causará mucho llorar y crujir de dientes; pues escrito está, que todo es pesado en las divinas Balanzas Celestiales; sí hijo divino, así es; tal como tú las ves en el interior de todos los soles; ellas te sonríen; pues ellas también tienen divina jerarquía solar; pues son también divinas creadoras de filosofías de justicia planetaria; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; todo cuanto ves, todo lo daremos a conocer al mundo; pues esa es tu divina misión; ser un divino Consolador; pues tú mismo lo anunciástes hace muchos siglos atrás; más, la divina humildad, y la ignorancia del mundo, te hizo decir: Y os enviaré un divino Consolador; pues, muchos hijos que me buscan en sus estudios de mi divina palabra, creen que el divino Consolador, es otra divina individualidad; nó hijos terrestres; el divino Consolador es el mismo divino Corderito, de la divina inocencia solar; es el mismo Primogénito; es el mismo Moisés, del pasado faraónico; es el mismo Jesús de Nazareth; es el mismo Jesús en divino retorno; es el mismo ladrón de noche, pues, así sorprenderá al mundo; es el mismo brillante como un sol de infinita sabiduría; empezando por su divina Escritura Telepática; sí hijos divinos; así es y así será por los siglos de los siglos; dice mi divina ley: Por el fruto se conoce el árbol; significa que cuando una divina doctrina, invade las mentes; transformando al mundo; relegando al pasado, el viejo y gastado edificio, ya caduco, de un viejo egoísmo humano; así ocurrió con la divina Doctrina Cristiana; cuyo divino autor fué, la Santísima Trinidad; así también, el divino consuelo de las divinas Ciencias Celestes, invadirá todas las mentes; transformando de nuevo, al mundo terrestre; pues, escrito está, que mi divina luz, es dada en época, por época; pues toda verdad cega; cuando no se dá, en divina proporción, a la respectiva evolución; sí hijo divino; así es y así será por lo siglos de los siglos; esto significa que toda la humanidad vivirá pendiente de toda palabra, que sale de la boca de Dios; sí hijo divino; así es: Veo que has captado, tan sublime responsabilidad; pues, como bién lo sabes, lo que es del Padre, lo es también del hijo; es decir, que siendo tú, hijo divino, mi divino Primogénito, tienes todos los atributos del divino Padre Jehova; pues por algo, eres el primero en todo; pues eso significa, divino Hijo Primogénito; sí hijo divino; así es: A pesar de ser mi Hijo Primogénito, debes cumplir con tu divina ley, de tu actual divina reencarnación; es por eso que cumples con mi divina ley del trabajo; porque así lo quiere, tu divino Padre Jehova; pues con ello quiero que demuestres al mundo, que sólo aquéllos que se ganan el divino pan diario, con su divino trabajo, ellos serán también los primeros ante mí; pues fueron los primeros, en cumplir con mi divina ley del trabajo; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; sí hijo divino; así es; tal como lo leo en tu divina mente; esto significa: No sólo de pan vive el hombre; también vive de su propio trabajo; pues todo trabajo, requiere algo, del divino intelecto; pues, todo cuesta, sudor y lágrimas; y mientras más escollos tuvo la criatura, por conseguir su divino trabajo, mayor en ella, será mi divina añadidura; pues, probado fué en mi propia y divina ley; sí hijo divino; así debe de ser; estas divinas Escrituras Telepáticas, incluyen divina justicia, y divina ciencia; pues ambas son necesarias, para el propio avance de la criatura; sin ellas, nada sería; ninguna experiencia tendría; sí hijo divino; a todos, se les exigirá según mis divinos Mandamientos; pues mis divinas leyes, fueron escritas, para que fueran cumplidas; por lo tanto, que cada criatura humana, deduzca por su propio libre albedrío, que es lo que se ha ganado;
cual es su propia cosecha; que es, lo que ganó, de toda su exsistencia; pues llegó, la divina hora, de ladivina justicia; llegó el llorar y crujir de dientes; llegó la divina gloria, a separar su divino rebaño; llegó el divino Juicio Final; un divino padre solar, estará muy pronto ante el mundo; dos poderes frente a frente; el pasajero materialismo, basado en la maldita fuerza, y el divino Cordero de Dios; cuya divina filosofía, estremecerá al primero; sí hijo divino; así es y así será hasta la consumación de los siglos; pues escrito está, que todo lo del mundo, pasajero es; pues pasará la Tierra, con su espacio y tiempo; pasarán los hombres con sus filosofías egoístas; más, no pasará mi divina palabra; pues se acerca el divino Juicio Final; el mismo divino Juicio, anunciado por siglos y siglos; sí hijo divino; así es; tal como te ilumina tu Santísima Trinidad; millones de mis hijos, no creen en ello; pues la maldita ciencia del bién, los ha entretenido; los tiene ilusionados en un bienestar, cuyo orígen, es maldito producto de la maldita explotación; millones de mis hijos, han perdido toda esperanza; y sólo una fé mecánica, los alienta a vivir; sí hijito; así es; dentro del rebaño espíritualista; de los hijos que me buscan, exsisten muchos grados de fé; todos los cuales, tienen su respectivo y divino valor; como una divina virtud; pues todo espíritu, adornado está por estas divinas filosofías, en microscópico brote; pues de ellas, saldrá un futuro padre de sabiduría solar; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa, que no sólo de pan vive el hombre; pues también vive para lograr con su divina intelectualidad, llegar a ser, una divina lumbrera; de divina filosofía creadora; tal, como lo fueron y lo son, los divinos soles Alfa y Omega; divinos soles, entre infinitos otros; cuyas divinas filosofías, lograron materializarse, en infinitos planetas; desde el supremo instante, en que tu divino Padre Jehova, dijo amorosamente: Hágase la luz, y la luz fué hecha; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina Trinidad, se expande en infinitas formas; y cada divina forma, corresponde a un tiempo, un espacio, y una divina filosofía pensante; ella es la divina autora de cada naturaleza física, espíritual y filosófica de cada mundo materializado, en una de sus infinitas dimensiones; pues cada mundo ó planeta, pasa por infinitos tamaños, en su crecimiento; pues escrito está, que se empieza siendo chiquitito y humilde; tan pequeñito, como el porte de una divina cabeza de un alfiler; sí Hijo Primogénito; así es; en cada dimensión, por la que ha pasado la Tierra, y todos los infinitos planetas, han surgido con ellos, el respectivo espacio, tiempo, y la respectiva filosofía pensante; pues la divina herencia, es igual para todos; pues, también los espíritus humanos, son creados junto con su planeta inicial; y por lo tanto, nacen junto con ellos, su divino espacio, tiempo y divina filosofía pensante; pues los tiempos y los espacios, son también filosofías que se juntan en infinitas alianzas; pues, escrito está, que todo universo creado por el eterno Padre es divino producto de su divino mandato, más el divino concurso de infinitos querubínes; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa, que toda criatura pensante, es también una divina constructora, de mundos y soles; del divino universo expansivo pensante; es por eso, que todos mis hijos, poseen en diferentes grados, una divina y respetuosa superstición; causada, por el divino olvido pasajero; olvido impuesto a todos mis hijos, antes de nacer de nuevo a la vida; antes de reencarnar en un nuevo cuerpo, para ganar divina experiencia, de los mundos materiales; pues, si no reencarnara, el espíritu, nada sabría de estos mundos de la materia; que son verdaderas escuelas, donde jamás se termina de aprender; donde la divina meta de cada criatura, en respectiva morada planetaria, es lograr un divino perfeccionamiento; que unido a otros infinitos perfeccionamientos, en otros mundos, muchos de los cuales, ya no se encuentran en el espacio, logra brillar como un infinito sol; una divina lumbrera solar, surge una vez más; pues nadie fué creado sabiéndolo todo, ni jamás ocurrirá así; sólo el divino Padre Jehova, surgió por sí mismo, sabiéndolo todo; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; mi divina identidad, como divino Padre Creador, abismará al mundo; pues, escrito está, que el Señor está en todas partes; más, mis hijos humanos, no saben, en qué forma, y cómo lo estoy; y llegó la divina hora que lo sepa; pues, escrito está, hijo divino, que con tu divina llegada al mundo, todo se sabría; pues siempre un divino juez solar, cuenta con las infinitas Trinidades, del infinito universo expansivo pensante; sí hijo divino; así es; la divina fé, mueve infinitas montañas; no sólo de tu mundo Tierra, sino, de infinitos más; pues, todo Padre Solar primogénito, es el primero en todas partes; pues tu divina exsistencia, data de muchísimo antes, que surgieran los actuales soles; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; sé hijo divino, que a diario ves infinitas escenas solares; ves, el divino nacimiento de infinitos mundos; y ves también, su agonía; ves a las enormes naves plateadas, en infinitas misiones; así lo he querido hijo divino, porque te lo has ganado; has pasado por pruebas espírituales, como ningún ser humano ha pasado; estuvistes cerca de volverte loco; las divinas pruebas de ello, hablarán por sí solas; pues, todo lo que te ha sucedido, lo sabrá el mundo; para que todos, los que aún no han sido probados en espíritu, saquen divina experiencia; pues escrito está, que el mundo verá visiones; verá a satanás en diferentes formas; más, los que estén con el divino Corderito de Plata, nada les sucederá; salvos serán; pues todo divino arrepentimiento, empieza por reconocer a la divina inocencia de su propio espíritu solar; sí hijo divino; así es; tal como te lo anuncié, muchos años atrás; todo el mundo; todo mi divino rebaño que ha cumplido con mi divina ley del trabajo, vestirá un divino overol celeste; y en sus pechos, llevarán, el divino Corderito de Plata; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; el divino overol celeste, es la misma divina vestimenta que usan mis divinos ángeles de luz, que tripulan las divinas naves plateadas; que la humanidad terrestre, conoce por platillos voladores; y en mis Sagradas Escrituras, figuran como divinas bolas de fuego; sí hijo divino; así es; el divino overol, simboliza al hijo del hombre; ó hijo del trabajo; pues, es lo mismo; quien haya cumplido con mi divina ley que dice: Te ganarás el divino pan, con el sudor de tu frente, ése es un hijo del hombre; pues, en mi divina creación, la divina ley del hombre, hace al trabajo; pues sin trabajo alguno, no habrían hombres; sí hijo divino; así es; el divino color celeste, del divino overol, símbolo del trabajo, representa el infinito mismo; simboliza el mundo celeste; el universo expansivo pensante; donde juguetean colosales soles; con divina filosofía de niños; donde la divina eternidad, todo lo hace realidad; donde la fantasía de un niño, se materializa; donde no se conoce el dolor; donde todo es alegría divina; donde nadie envejece; donde todos viven en divino éxtasis de divina pureza; donde se ven los lejanos mundos, agrandarse; en plena luz del día celeste; donde moran, todos los que fueron humildes; todos los que sufrieron en silencio, las injusticias de los hombres, y de otras infinitas criaturas, provenientes de infinitos mundos; muchos de los cuales, ya no están en el espacio; y donde ningún rico jamás entrará; pues, lleva con él, el demonio de la insaciable ambición; sí hijo divino;
así es; la maldita ambición es del polvo de la Tierra; pues salió del polvo planetario, y vuelve al polvo; sí hijo divino; ningún árbol filosófico que no ha plantado tu divino Padre Jehova, brotará, en el Reino de los Cielos; así es y así será por los siglos de los siglos; sé hijo divino, que muchos son los árboles que deben ser arrancados en la Tierra; pues, el hombre, se ha dado así mismo, mucho libertinaje; del que deberá rendir divina cuenta; pues por culpa de unos pocos, se pierde mi divino rebaño; sí hijo divino; así es; me refiero a los ricos de tu mundo: A los que han preferido las malditas riquezas, a mi divina ley del divino trabajo; pues, llegó la divina hora, en que estos hijos, maldecirán mil veces, haber sido ricos; pues ello es, un divino llorar y crujir de dientes; pues, malditos serán, ante la faz del mundo; ninguno que haya violado mi divina ley de amor, escapará; pues, avisada estuvo la humanidad, por siglos y siglos; de que vendría un divino Juicio Final; por lo tanto, que nadie se lamente, de que no fué avisado; que nadie culpe a sus propios padres; pues ellos también llorarán; que nadie se maldiga a sí mismo; pues con ello, viola su propia y divina promesa de cumplir su propio destino; que se inició en los lejanos soles; sí hijito, así es; el hombre vive de toda palabra, que sale por boca divina de Dios; pues todo espíritu, no puede sustraerse a su propio sentir; sentir divino, que envuelve a su propio cuerpo físico; pues, la divina influencia de todo espíritu, sólo se transforma, en su propio saber filosófico; pasando de una exsistencia a otra; sí hijo divino; así es; tal como tu divina mente lo piensa; después de cada reencarnación, todo espíritu humano, retorna a los divinos soles; pues de allí salió; allí se hizo; allí se tornó un divino querubín pensante; allí bebió la divina leche solar; allí vivió eternidades infinitas; allí vió con sus propios ojos de espíritu, todo el divino proceso solar de orígen de toda vida; allí presenció, lo que ningún grande de la Tierra ha visto; pues, escrito está, que todo engrandecido del mundo pasajero, no volverá a su punto de partida; pues escrito está, que todo árbol que no sea del divino Padre Jehova, de raíz será arrancado; del divino tronco galáctico; sí Hijo Primogénito; así es; el divino tronco galáctico representa, el infinito historial filosófico, de los infinitos planetas, que forman el divino universo expansivo pensante; pues sin ellos, no habrían ni pensar ni filosofía alguna; sí hijito, así es; la divina cadena, simboliza las divinas filosofías; pues, por eso, te la hice dibujar en tu divina pieza; junto con los demás divinos dibujos celestes; todos ellos, son el divino principio de como surgió la Tierra; y cual es también su futuro; sé hijo divino, que mucho te apenó, abandonar tu divina morada; más, el egoísmo humano, lo quiso así; pues tu hermano Antonio, prefirió la maldita ley del comercio; a mi divina Revelación; sí hijito, así es; lágrimas de sangre llorará; pues él sabía mucho, de tu divina misión; te veía a diario escribir, mis leyes celestes; sí hijo divino, así es: Sabía incluso, sobre tu divina correspondencia, con los honorables Dalai-Lamas; es por eso, que determiné que te cambiaras de hogar; pues el maldito comercio, será juzjado por tí; sí hijo divino; así es; y así será por los siglos; esta divina experiencia tuya, recorrerá el mundo; será el espanto de todo maldito explotador; que sólo se preocupan, por las ganancias pasajeras; que sólo duran, mientras la carne dura; pues los tales, mundanos son; pues todo mundo desaparece del espacio infinito; sólo dejan de herencia, una ilusión de la propia eternidad; que teniéndola ellos en sus propios espíritus, renegaron de ella; con su propio modo de vivir; pues, quien viole mi divina ley, escrita en mis divinos Mandamientos, viola su propia eternidad; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; pues toda divina escritura sale de los mismos divinos querubínes, de que está construído el infinito universo expansivo pensante; ellos son los divinos constructores de toda eternidad; pues ellos hacen cumplir mi divina ley; que es mi divino libre albedrío; ellos cumplen los más pequeños deseos del Padre Jehova; pues así vienen actuando, desde mucho antes, que tu divino Padre Jehova dijera: Hágase la luz, y la luz fué hecha; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa que los divinos querubínes no querrán resucitar la carne de aquéllos, que han preferido la soberbia, la maldita riqueza, el egoísmo, el maldito escándalo, la maldita explotación; y todo aquello que vá contra mis divinos Mandamientos; pues, así lo quisieron ellos; tiempo de sobra, tuvo la criatura humana de arrepentirse; y aún la tiene; nunca es tarde en la eternidad; sólo que el despertar, trae consigo un divino llorar y crujir de dientes; en los espíritus; cuya divina conciencia los acusa; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina justicia, eres tú, Hijo Primogénito; pues tienes una divina herencia solar, que no la tiene ninguna criatura humana; pues escrito fué, que por tu divina sabiduría, de tu Santísima Trinidad, te convertirías en un brillante Sol; sí hijo divino; un divino Sol, como jamás vieron ojos humanos; pues así termina la historia universal; es decir que tú, Hijo Primogénito, cierras un divino capítulo del planeta Tierra; pues nadie es divino primogénito, si no escribe, como tú lo haces; nadie levitará como tú lo harás; nadie lee la divina mente, como tú la lees; nadie cura las más soberbias enfermedades, como tu divino poder lo logrará; nadie resucitará toda carne, sino es el mismo divino autor de la misma, sí hijo divino, lo sé: bién te gustaría callar, todo el divino poder, que en tí, está divinamente brotando; pero no olvides hijo divino, que también eres el divino Juez, que todo el mundo de la fé, espera; pues tu divina misión es la de consolar y juzjar; para eso, has venido al mundo; para eso, tu divino Corderito reencarnó en tu divino cuerpo; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; sí hijito, así es; tú has venido a juzjar al mundo; no ha perturbarlo; pues, muchos hijos egoístas; de ideales de roca, creerán al principio que tú pasarás; más, yo te digo Hijo Primogénito, que todo aquél que renegare de nuevo de tí, maldecirá mil veces su propio egoísmo; pues todos sin excepción alguna, estarán en las interminables filas, para ser resucitados en nueva carne y nueva filosofía pensante; es decir volver a pensar como un niño; pues así fué divinamente anunciado por tí mismo, en tu divina reencarnación de Cristo Jesús; pues dijistes: Dejad que los niños vengan a mí, porque de ellos es el Reino de los Cielos; esto significa que después de la divina resurrección de toda carne, surgirá un nuevo mundo; un nuevo cielo; donde todos serán niños de doce años; donde nadie envejecerá; iniciándose un divino período de infinita paz espíritual; en la cual, todos se prepararán para viajar por el cosmos infinito; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; escrito estaba, que se necesitarían muchos siglos, para llegar al divino paraíso de niños prometido; pues el propio egoísmo humano, lo quiso así; al no cumplir todos, con mi divina ley del trabajo que dice: Te ganarás el divino pan, con el sudor de tu frente; pues surgieron los explotadores y los ambiciosos desmedidos; por culpa de ellos, el género humano ha prolongado su propio calvario; pues todos los espíritus que se han ilusionado en la Tierra, con las malditas filosofías de la ambición, explotación y comodidades pasajeras, han tenido que reencarnar de nuevo en la Tierra; pues fueron desviados en su propio destino espíritual; divino destino que le enseñaba mis divinos Mandamientos; sí hijo divino; así es; muchos han sido los siglos de atraso, en que vive el planeta Tierra; este maldito atraso, lo iniciaron los malditos dioses faraones; lo continuaron los traficantes de las guerras; lo continuaron los malditos fundadores de la gran ramera; los que enseñan a mis hijos la maldita adoración idólatra, en lujosos templos; los que se constituyeron en la maldita roca de sus propios egoísmos; de los que comercian con mi divina ley, como una vulgar ramera; pues juegan con ello, con la divina ley del amor y de la fé de mis inocentes hijos; de los que bendicen las malditas armas, conque se matan mis inocentes hijos; sí hijo divino: estos son los culpables, del dolor humano; pues, se han enseñoreado en la maldita ley de la fuerza; la ley que divide a mi divino rebaño, en naciones; creándoles un maldito orgullo; del que se lamentan en los lejanos soles; donde todo es divino comunismo espíritual; y divina alegría de niños; sí hijo divino: estos demonios del dolor humano, maldecirán mil veces haber nacido; pues malditos serán; y el mundo los despreciará; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa que ellos serán los primeros en ser divinamente juzjados; pues escrito está en mis divinas y Sagradas Escrituras; la maldita secta vaticana; yugo del planeta Tierra, será la primera de todas; pues se han tomado el derecho ilegítimo, de decir que ella es la única salvación de mis hijos; se codea con los grandes del mundo; y olvida a los elegidos del Señor;
olvida a los millones de obreritos, que cumplen gloriosamente con mi divina ley del trabajo y la humildad; en medio de un mundo, que tiene por sistema, la maldita explotación; sí hijo divino; mi divina ley del trabajo, debería haber empezado, hace ya muchos siglos, la maldita secta vaticana; el divino templo del divino trabajo, es la más sublime doctrina, que hijo alguno, puede honrar a su Padre Creador; el divino trabajo, es una perpetua adoración al divino Padre Jehova; vale más que las divinas oraciones; pues más mérito tiene lo que cuesta, que de lo que menos cuesta; sí hijo divino; así es; el pedir, tiene menos méritos, que el dar; pues todo trabajo, se ejecuta por el bién colectivo de los demás; por lo tanto ¡¡gloria eterna a todos los obreritos del mundo; porque de ellos es el Reino de los Cielos!! sí hijo divino; escrito estaba en mi divina ley, que los humildes serían los primeros; y mientras más humilde haya sido el trabajo que mi divina criatura, haya llevado a cabo, más cerca estará en mi divina diestra; pues así está escrito: todo hijo del hombre, hijo del trabajo es; y su divino premio él mismo se lo ha ganado; pues el divino primogénito, también lo está; sí hijo divino; así es: todo obrerito, es una divina réplica de un Hijo Primogénito; pues el ser hijo del hombre, se es también hijo primero en cumplir la divina ley de hijo del trabajo; pues el trabajo lo hace un Padre, con infinita experiencia; sin trabajo hecho en la vida mundana, nadie logra nada; pues el espíritu se estaciona; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; y mientras más despreciado se haya sido en la vida; por el egoísmo de los hombres, más cerca de mi lado está el hijo del trabajo; pues todo el que ha llorado, por mí ha llorado; pues yo, tu divino Padre Jehova, le dí soplo de vida; vida eterna tendrá; pues mis divinos ángeles, le consolarán; sí Hijo Primogénito; tu divino papel de juez del mundo, será divinamente acompañado por divinos poderes espírituales; del que poco ó nada, sabe la sabiduría terrestre; pues la ciencia humana, sólo perfecciona el presente; perfecciona leyes, que vuelven al polvo; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; sí hijo divino; la divina justicia, parte escogiendo el dolor mismo; parte elevando y glorificando al sufrido; pues todo el que sufre, cumple con la divina ley del destino imperfecto; pues, si exsiste la imperfección y el dolor, es porque así lo quiso el egoísmo humano; mis divinas leyes de la naturaleza, no le enseñan al hombre, ser malo; no le ordena que mate; no le enseña que engañe; no le ordena que explote a sus hermanos de pruebas; no le ordena que se vendan y se compren las conciencias; sí hijo divino; así es: Toda divina ley del divino Padre Jehova, fueron hechas, para que todos mis hijos, vivieran felices; no para que produjeran el odio y el dolor; pues, esto ha ocurrido, porque el espíritu humano no vé más allá, de su propio interés; sí hijo divino; así es y así será hasta la total justicia, del maldito árbol filosófico, plantado por el egoísmo humano; sí hijo divino; nadie escapará; los causantes del dolor y las injusticias, envidiarán, al más humilde de mis hijos; pues el divino dolor, será premiado; pues nadie se manda sólo; la divina justicia es algo, en que nadie puede permanecer indiferente; nadie puede fingir, ante ella; pues todo fingimiento, será rigurosamente descontado, de todo espíritu humano; nadie podrá ser un caso aislado; nadie se burlará de nadie; todos son iguales ante mí; todos serán juzjados, en igualdad infinita; teniendo por divino principio, el divino destino, y la divina intención, conque se vino al mundo; sí hijo divino; la Santísima Trinidad, es una divina proporción de sabiduría, que todos mis hijos poseen; y es la Santísima Trinidad solar de un divino Hijo Primogénito, quien Juzjará a todos; pues la divina sabiduría, constituye la divina jerarquía espíritual, a que tienen derecho todos mis hijos; sin excepción alguna; pues todos llegarán un día, en la eternidad, a ser también jueces divinos de mundos y soles; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina justicia sobre la humanidad terrestre, demuestra a ésta que los hombres no son los únicos seres pensantes; muy al contrario; las criaturas humanas, son tan imperfectas, que aún necesitan de la divina moral; pues sin ella, el mundo terrestre se volvería un infierno; y los espíritus encarnados en él, no avanzarían nada; se alejarían de mi divina luz; en los colosales mundos del macrocosmos, sus habitantes, desconocen la divina moral; pues el divino entendimiento de ellos, lo ha sobrepasado; pues ellos abarcan al infinito, en mayor proporción que el género humano; que aún no ha logrado contacto alguno, con mundo alguno; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina resurrección de toda carne, es la total liberación del espíritu humano, del yugo filosófico-materialista; pues la divina resurrección limpia al espíritu; lo limpia de las ideas del pasado; tan cargadas de egoísmo; pues con la divina carne y filosofía nueva, se abre ante el espíritu, un mundo nuevo; un mundo, donde todo se torna divina y eterna realidad; donde la divina fantasía, se vuelve realidad; se vuelve divina filosofía de niños; pues, no exsiste filosofía alguna, ó pensar alguno, que no haya sido niño; todos lo han sido; pero la mayoría se vuelve egoísta y lo olvida; lo olvida por causa del mismo materialismo; del mismo peligro de la ciencia del bién; que le proporciona bienestar pasajero; pero no le dá el divino cultivo del amor; pues amarrado está el espíritu; sí hijo divino; así es y así será hasta la total caída del mundo de la ilusión; sí hijo divino; la divina justicia se hará según las obras de cada uno; no sólo las obras del presente; sino que también del pasado; de otros naceres; de otras reencarnaciones; de otras dimensiones vividas por el espíritu humano; pues escrito está, que hay que nacer de nuevo a la vida, para llegar a mi divina morada; pues todo cuesta en la eternidad; nada se regala; sino lleva el divino mérito, el divino esfuerzo de hijo del hombre; que es el mismo esfuerzo del infinito trabajo; que la humanidad terrestre conoce desde sus mismos albores; pues es el más antiguo de mis divinos Mandamientos; pues sin él, nadie tendría mérito alguno, para recibir mi divina añadidura de la divina eternidad; eternidad anunciada en la divina resurrección de toda carne; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa que nadie tendrá nada, si no ha aportado con su divina voluntad, sacrificios por sus semejantes; desvelos por sus hermanos de divina reencarnación de pruebas; pues todo aquél que por mis hijos se dió, la gloria eterna está con él; pues los buenos propósitos, atraen a los divinos querubínes del amor; pues sin ellos, no habría nada; pues no exsistirían las divinas alianzas, ni los divinos acuerdos, en los lejanos soles; pues todo destino materializado, en su respectiva dimensión, se expande en su propia evolución, según lo prometido en las lejanas lumbreras; es por eso, que toda criatura brillará en los cielos, según el divino cumplimiento, que ha dado a mis divinas leyes del amor; y la caridad; pues detrás de ello, y sin verlo el entendimiento humano, se encuentran las divinas líneas magnéticas; ó líneas Alfa; conque se expresa cada acción ó hecho material, alrededor de su propio cuerpo de carne; pues, la carne los retiene, mientras dura su alianza, con los divinos querubínes de la vida espíritual; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esta divina acción del espíritu y sus propias determinaciones en la vida pasajera, constituye un divino foco eléctrico, parecido al brillo de un rubí; según las frecuencias y oscilaciones Omega, así es la atracción que ejerce el espíritu, sobre sus padres solares; pues, escrito está, que tú, hijo divino, vendrías al mundo, brillante como un sol de divina sabiduría; ejerciendo poder sobre toda frecuencia de cada espíritu humano; esto significa que toda individualidad solar, se conoce por su propio fruto; y según el fruto, así es la divina filosofía, que trae el fruto de las lejanas galáxias y soles; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa que no sólo de pan terrestre vive el hombre; sino, de toda verdad que traen sus hijos primogénitos, desde lejanas galáxias; pues toda verdad proviene del infinito mismo; proviene del mismo y lejano punto, donde se formó, la microscópica Tierra; es allí, en los lejanos soles, donde se forman las divinas alianzas, que se extenderán por el infinito; pues todos los mundos materializados, son divinos productos de ellos; pues nada nace, que no tenga un divino destino solar; todos poseen la divina frecuencia expansiva solar; cuya divina directriz y divino control, en los mismos soles está; siendo la Santísima Trinidad, la encargada de seleccionar las divinas moradas, ó lejanos mundos; donde habitarán todos los hijos solares; pues la divina herencia, sólo tiene un sólo punto de partida; y tiene un sólo destino; la de amar en divina eternidad, a su propio Creador; amarlo en una divina filosofía, propia de niños; de niños, que habiéndose ausentado por un divino instante, por su paso por los mundos materiales, retorna ahora, sin pasar por la muerte; le adorarán, porque por el divino fruto de las divinas ciencias celestes, conocieron a su Hijo Primogénito; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos.
ESCRIBE: ALFA Y OMEGA.-