Génesis 1:16 «Dios hizo los dos grandes cuerpos celestes: el cuerpo celeste más grande para gobernar el día, y el cuerpo celeste más pequeño para gobernar la noche; hizo también las estrellas.»
Salmo 8:3-4 «Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has establecido, ¿qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta?»
Isaías 40:26 «Alcen los ojos y miren a lo alto: ¿quién creó todo esto? El que hace salir a su ejército de estrellas una por una, y a cada una llama por su nombre. ¡Es tan grande su poder, y tan fuerte su fuerza, que no falta ninguna!»
Sí Hijito; la Luna como la Tierra y todos los cuerpos Celestes, pidieron un destino; porque la materia es viviente delante del Padre; todo destino, nó sólo lo posee el espíritu; porque nadie es único en el universo; sólo el Padre lo es; la materia también fué creada por el espíritu de Dios; ó Soplo de Dios; ¿nó se os enseño, que vuestro Dios, creó todas las cosas? si creó todas las cosas, fué justo con todas las cosas; porque nadie es menos delante del Padre, ni la materia ni el espíritu; si el espíritu habla de su destino, la materia en sus leyes de materia, también lo habla; la Luna pidió en el Reino de los Cielos, conocer el estar junto a un planeta; porque nó conocía tal experiencia; todo cuerpo celeste pide destino, como lo pide un espíritu; porque la divina igualdad enseñada por el Padre, está en la materia y el espíritu; todo destino tiene por causa única, esta ley salida del Padre; la Luna que actualmente tiene la Tierra, tuvo en tiempos remotísimos, una forma de vida, que si la viérais, quedaríais ante ella, como seres primitivos; divino Padre Jehova, ¿son las mismas criaturas, que por tu divina Gracia, veo desde niño? las mismas son Hijito; estas criaturas lunares, mantenían un fabuloso tráfico con la Tierra; eran tiempos, en que los cielos estaban abiertos; y el paraíso de Adán y Eva, aún nó nacía; la Luna es de signo femenino; sé Hijito que ella en su divino libre albedrío galáctico, se te presenta como una bella y gigantesca mujer; cuyo rostro tiene un velo blanco; los cuerpos celestes, poseen libre albedrío en sus manifestaciones; y todo cuerpo celeste, participa en todo lo que el divino Padre crea; los cuerpos celestes participan de los acontecimientos bíblicos de los planetas; es por ello que fué escrito: Y habrá señales en los Cielos; los Platillos Voladores, también cumplen con esta divina ley; los cuerpos celestes, se alegran cuando determinado mundo, vé la luz del Padre; porque saben que ellas como materia, participan en ello; los cuerpos Celestes, forman toda una familia galáctica; tal como vosotros, formáis familias humanas; la Luna tuvo por herencia, a otras cuatro lunas; cuando la Tierra nó era más que una microscópica chispita que aún nó maduraba; es decir, que aún nó le nacía corteza; las cuatro lunas que hubieron antes de la actual, tenían a su vez, multitud de pequeñas lunas; pues en las lunas mayores, se creaban semilleros de lunas; eran leyes, propias de lunas-paraísos; leyes que el mundo volverá a conocer; porque el pasado vuelve con todo su esplendor; al volver el pasado, este extraño sistema de vida, salido del oro, sufre un tremendo complejo de inferioridad; porque la ciencia del pasado, lo hará desaparecer; vuestro extraño sistema de vida, nó es más que una molécula, en lo que ha de venir; nadie os conocerá en el mundo Omega; mundo de carne eterna; mundo, producto de la resurrección de toda carne; Mundo de Gigantes-Niños; he aquí el significado de la divina parábola: Del polvo eres, y al polvo volverás; porque el olvido es como el polvo; es lo que le sucederá a este extraño sistema de vida; una forma de vida, que nó fué escrita en el Reino de los Cielos, porque nadie pidió al Padre, explotar ni dejarse explotar; la Luna tuvo un principio igual a la Tierra; salió de los soles Alfa y Omega; porque todo salió de un sólo Dios nomás; de un mismo punto del universo; la Luna fué también en su principio, fuego; el fuego de la Luna, creó enorme presión que nó tenía alianza con la atmósfera; nó tuvo ni tiene aire; las criaturas de su pasado lunar, nó respiraban como vosotros; ellos se aglutinaban en sus propias moléculas; es decir vivían de lo interior; nó eran como vosotros; que necesitáis de una alianza exterior; necesitáis del aire que os rodea; la Luna del pasado, tenía una organización muy semejante al Reino de los Cielos; allí todo era común a todo; nó conocían el interés; pues si bien fueron probados también por el Padre Jehova, ellos nó violaron sus Escrituras.-
Escribe: El Alfa y la Omega.-
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