Sí hijito; el Juicio Final comienza por sí mismo; el yugo de este mundo, lo provocaron los que tienen demás; antes de poseer una cosa, se debe meditar el mandato; por sobre todas las cosas; el mandato que se refiere al Padre; y dice el Mandamiento: No robarás; y poseer más de lo que sus hermanos poseen, es un robo; porque todo el que poseyó más que otro, no entrará al Reino de los Cielos; y la causa de que así no ocurrió en el mundo, se debe al sistema de vida, que os gobernó y que poco le queda; estos demonios que vosotros llamáis capitalistas, no respetaron la Ley del Padre; no le tomaron en cuenta, como les fué mandado; y como ellos mismos, lo prometieron en el Reino; este olvido de estos demonios, es la causa de vuestro llorar y crujir de dientes; nadie debió tener más que otro; cualquiera que haya sido la forma de gobierno; nunca debísteis haber violado la Ley del Padre; porque en alguna época de futuro, tendríais que reconocer vuestro error; ¿no se os avisó por las Escrituras, que habría un Juicio Final? ¿no se os advirtió que: es más fácil que entre un rico en el Reino de los Cielos, si nó violó la Ley; porque es más fácil que entre uno que logró su abundancia con sudor de frente, que uno que la logró por astucia, engaño é hipocrecía; y aún siendo así, ningún rico entra al Reino de los Cielos; el ejemplo anterior es un orden de justicia dentro de la injusticia; porque a nadie se le mandó enriquecerse; tal filosofía es lo opuesto a los Mandamientos y a la Ley del Padre; todo rico deberá escoger entre dos destinos: ó ser siendo rico y morir como muere un mortal; ó renunciar a la abundancia que nunca le perteneció y ser resucitado en carne eterna; libre albedrío tienen las criaturas; el divino Padre a nadie obliga; la criatura escoge; tal como escogieron el camino de la muerte, los que habiendo visto la Revelación en su principio, la despreciaron; porque no serán resucitados en este mundo; el desprecio no puede ser premiado; todos prometieron ser los primeros, en dar a conocer la Revelación en el mundo; y llegado el momento, hacen lo opuesto; la desprecian y callan; privan a otros de saber las Nuevas del Padre; eso es egoísmo intelectual; porque escrito fué: El que tenga ojos que vea y lea; el que tenga boca que hable y comente; el que tenga oídos que oiga y disierne; esto es lo que no hicieron los egoístas, que despreciaron mi palabra; perdieron la oportunidad de ser los primeros; en entrar al Reino de los Cielos; en otras exsistencias y en otros mundos, hicieron igual; y de verdad os digo, que estos egoístas sin excepción alguna, prolongaron vuestro propio castigo, por faltar a la Ley; porque desde que vieron los Rollos del Cordero y no dieron cuenta al mundo, vuestros segundos vividos en la violación, siguieron aumentando; es decir que cuando se anuncia la aparición de una Revelación en el instante mismo que se vé, se lee y se oye, el mundo comienza a cambiar; porque se hace presente el arrepentimiento; y vuestro puntaje en la violación cesa; porque cambian vuestras ideas en la más mínima unidad de tiempo; el tiempo transcurrido desde que mi Hijo Primogénito presentó al primer mortal la nueva doctrina, es de cinco años; calculad los segundos que contienen cinco años; y agregadlos a vuestro puntaje; sí hijos de la soberbia y la ignorancia; vosotros que despreciásteis a mi enviado, maldecidos seréis por el mundo; porque con vuestra ignorancia y vuestra ilusión, más los condenásteis; más os valdría no haber nacido; la riqueza que cada cual acumuló en su vida, violando la Ley, no debe permanecer ni un instante más, en vuestro poder; porque a cada instante transcurren segundos; a cada instante aumenta vuestro puntaje en las tinieblas; más os alejáis del Reino de los Cielos; porque más aumentan las exsistencias, que tendréis que cumplir fuera de él; y sabiendo la nueva Ley y de su nuevo mandato, y no hicísteis caso, vuestro puntaje sea multiplicado por tres; por cada segundo de violación y desobediencia, tendréis que cumplir tres exsistencias fuera del Reino, por cada segundo; así es y así sea hasta la consumación de los siglos; la riqueza es un producto maldito; porque ningún rico entrará al Reino de los Cielos; porque desoyeron los avisos de las Escrituras; la riqueza es una debilidad del espíritu; porque no perfecciona las virtudes; las esclaviza; y ningún esclavizado por su propia voluntad, entrará al Reino de los Cielos; la riqueza fué y es la perdición de la humanidad; porque satanás se valió de ella para ilusionaros; y desde el momento en que no entráis al Reino del Padre, sóis de satanás; porque no se puede servir a dos señores; ningún dividido en sus ideas, a entrado al Reino de los Cielos; la ilusión que la recibísteis de padre a hijo, os entretuvo en la vida, por caminos falsos; a cada instante y sin daros cuenta de ello, os fuísteis alejando del Reino; y de verdad os digo, que serán trillones y trillones las exsistencias que tendréis que cumplir en lejanos mundos, antes de poder entrar al Reino de los Cielos; y cuando leaís esta Ley, se os llenarán los ojos de lágrimas; porque las virtudes presienten el fín; un fín de las que ellas son inocentes; el culpable es vuestro espíritu; porque fué el que lanzó la primera piedra en las ideas; fué el que hizo el destino; y la suerte escrita estaba en el espíritu; la suerte de la que tanto hablásteis en la vida, no exsiste; porque el Padre no hace las cosas al azar; las hace con principios y causas; la llamada suerte es un concepto salido de la inseguridad espíritual y de la ignorancia; y fué astutamente explotado por los engañadores de siempre; y de verdad os digo, que todo aquél ó aquélla que se lucró sacando la suerte, no entrarán al Reino de los Cielos; y deberán gritar ante el mundo, que fueron sus engañadores; porque estos demonios así lo pidieron en el Reino de los Cielos; así lo pidieron cuando pidieron Juicio Final; y si no lo cumplen, serán maldecidos por el Padre Jehova; y el mundo los despreciará; tal como ocurrió en el pasado; y todos los que cometieron asesinatos y abusos físicos, creyendo que nadie los veía, cumplirán la misma Ley; deberán gritar ante el mundo, a quienes mataron y a quienes golpearon; y si estos demonios no cumplen su ley, maldecidos serán por el Padre Jehova; y el mundo los despreciará; y todos los engañadores y asesinos, serán descubiertos por el poder mental de mi Hijo Primogénito; tal como ocurrió en el pasado; y todo demonio huirá de su presencia; más, tarde ó temprano, gritarán que son demonios; y todos aquéllos ó aquéllas que ocultaron a asesinos y ladrones, deberán gritarlo ante el mundo; y cumplir lo que pidieron en el Reino; y si no lo hacen, maldecidos serán por el Padre Jehova; y todas aquéllas que esperando hijos herencias de arriba y abajo, las mataron ó las mataron antes de nacer, malditas sean; porque se mandó no matar; y mucho menos a la inocencia; que nada malo a hecho en el mundo; la maldad oculta será dada a ellas mismas; y todos los espíritus que fueron asesinados en vida, esperan a sus matadores en el Reino de los Cielos; porque claman justicia; la justicia del Padre está arriba y abajo; tal como se os enseñó; jusjará a vivos abajo, y muertos arriba; espíritus que estuvieron un instante abajo y se pasaron a arriba; a donde vaya el espíritu, encuentra su justicia; ¿no se os enseñó que Dios está en todas partes?; y no sólo atiende a los espíritus humanos; sino que a todos los espíritus de todos los mundos; atiende a una creación que no tiene fín; la riqueza fué la causa de casi todos los males de este mundo; al crear la necesidad, creó el dolor; la injusticia; y de verdad os digo, que este mundo tiene abundancia tal, como para que nadie conozca el hambre; y si en este mundo se conoció el hambre, se debió a los demonios del capitalismo; que sólo miraron su poder y nó la necesidad; ningún demonio del dinero, entrará al Reino de los Cielos; hasta que paguen la deuda que tienen con el mundo; con cada una de sus criaturas; con cada segundo de hambre que cada una de ellas pasó; incluyendo a las generaciones que ya partieron; y los están esperando en el Reino para cobrar su justicia; el capitalismo tiene sus días contados; porque se acerca el Juicio Final; el Juicio que os fué anunciado a través de los siglos; un Juicio que se llevará a efecto arriba y abajo; vivos y espíritus desencarnados; porque dejaron sus carnes en la Tierra; toda forma física que se tenga, es ajena al Juicio del espíritu; y no dejan de ser juzjados, espíritu y carne; la causa de ello está en las leyes de la invisibilidad; estas leyes han exsistido siempre; y ellas explican el mecanismo de la eternidad de la que sóis herederos; una eternidad heredada del Padre; y contada por mi Hijo Primogénito y por muchos enviados; por los profetas y muchas otras criaturas; ¿no se os enseñó que de todo hay en la creación del Padre? hay por lo tanto visibilidad e invisibilidad; ¿y no se os enseñó que vuestro Dios es infinito? las Leyes del Padre se dan para ser creídas; porque vosotros sóis una realidad viviente; quien no creyó en la exsistencia de lo invisible, nadie creerá en él en la misma invisibilidad; en el mismo Reino de los Cielos; la invisibilidad es tan material, como lo es vuestro presente; lo que sucede es que con vuestros ojos, no podéis llegar a ella; ¿véis acaso el mundo de vuestros microbios? sólo con ciertos instrumentos llegáis a una parte de ellos; vuestro Juicio Final parte desde lo más microscópico que vuestra mente pueda imaginar; ¿no se os enseñó que todo humilde es primero ante Dios? todo humilde sea del espíritu ó la materia, no se deja ver; tal es su humildad; el mundo invisible no se deja ver ante vosotros; porque siendo viviente, así lo pidió; tal como vosotros pedísteis vuestro destino; el mundo invisible respetó vuestra vida de prueba; vuestro olvido voluntario del pasado; el mundo invisible se hará visible al mundo; esto es cielos abiertos; tal como era al principio del mundo; cuando la Tierra era chiquitita; y tenía el porte de una bolita de vidrio; porque hay que ser chiquitito y humilde, para ser grande en el Reino de los Cielos; para llegar a ser un colosal planeta; ó una gigantesca criatura; porque de todo hay en el rebaño del Padre; el mundo invisible no está supeditado a un sólo presente como vosotros; el universo invisible no tiene prueba de vida como vosotros; y se compone de infinitas dimensiones; las dimensiones son moradas de Dios con sus respectivos cielos; he aquí el alfa y la omega de la eternidad; que no sólo se reduce a un sólo mundo; ó a una sola vida; porque muchas moradas tiene el Padre; la eternidad es la vida normal de todo espíritu; y todo aquél que niega el universo invisible, se niega así mismo; se reduce a lo ínfimo; niega su herencia; y todo que la negó, le será quitada; porque así lo pidieron los espíritus humanos; antes de partir a la prueba de la vida; el universo invisible todo lo vé; y respeta la Ley; porque sus criaturas saben que todo mundo que está en pruebas, tiene su tiempo; y que en un instante dado, verán la luz; los verán a ellos mismos; el universo invisible está acostumbrado a ver infinitos planetas tierras, que han pasado lo que está pasando vuestra Tierra; y lo que vá a pasar; y se preparan para el magno acontecimiento; y en medio de una alegría desconocida por vosotros, hacen infinitos preparativos; estos preparativos fueron anunciados al mundo, con siglos de anterioridad; porque escrito fué: Y habrá señales en los cielos; he aquí la advertencia universal; que nadie sea tomado de sorpresa; como las vírgenes que se acomodaron a la ilusión de sus filosofías; y asustadas fueron a recibir a sus esposos; he aquí la comodidad del mundo; la que será maldecida por los que la conocieron y la vivieron; he aquí las costumbres del mundo; que serán renegadas; porque todos aquéllos que vivieron costumbres inmorales, no entrarán al Reino de los Cielos; se llama costumbre inmoral, a la costumbre de vivir sin tomar en cuenta los mandatos del Padre; y millones y millones de mentes, se preguntarán: ¿Nuestro sistema de vida será inmoral? ¿Los creadores del capitalismo, al cual servimos, tomó en cuenta al Creador de la vida? ¿Seremos salvos? y vuestro Creador os dice: ¡no! ¿sóis ciegos? ¿no véis que todo humilde es explotado? ¿no véis que se escandaliza con el cuerpo? ¿no véis que se matan? ¿no véis que es más importante para este mundo, llegar a ser rico, que entender a Dios? ¿no véis que el mundo fué dividido por los demonios de la ambición, en ricos y pobres? ¿no véis que la espiritualidad del rebaño fué dividida en muchas creencias, habiendo un sólo Dios nomás; ¿habiendo una sola verdad? sí, ciegos sóis; porque ilusionados fuísteis; tal como satanás, ilusionó a Eva; y de verdad os digo, que todo aquél que se dejó ilusionar por el maldito dinero, no entrará al Reino de los Cielos; el universo invisible, no se abrirán a sus ojos; seguirá viviendo su presente; no disfrutarán de la eternidad; porque muchos humildes verán y contemplarán su propio pasado; sus propias exsistencias; sus pasados naceres de nuevos; sus pasadas reencarnaciones; el universo penetra por los ojos y se manifiesta por la mente; el mundo de los humildes, será sacudido por una ola de sueños, panoramas y visiones; hasta ciertos materialistas e incrédulos, verán; porque tienen premios espírituales, pendientes del pasado; los premios del Padre se otorgan, cuando las criaturas lo solicitan; y lo que no se dá en una exsistencia, se dá en la otra; los premios de la abundancia material, son pedidos por los espíritus más atrasados; que sólo ven la grandeza de un efímero presente; los espíritus adelantados, piden el conocimiento, la sabiduría; y la humildad; porque ya han vivido lo que los espíritus ricos recién están viviendo y experimentando; y todo rico y materialista, serán los grandes espíritualistas del mañana; conductores de rebaños; porque vuestro Creador, no se confía en los que sólo se ilusionan con un sólo presente; se confía a los que abarcan todas las psicologías y filosofías; se confía en los Primogénitos; que ya han vivido las causas, que recién están viviendo los otros; todo nacer de nuevo, es conocer causa nueva en el conocimiento eterno; es por eso que a todo Primogénito, se le dice en el Reino, la causa de las causas; porque todas las causas pensantes, se transforman ante la causa de una Revelación; porque por el fruto se conoce el árbol; por la transformación de un mundo, se conoce si el enviado es ó nó salido del libre albedrío del Padre; y todo lo que sale del Padre, es grande y eterno; ¿vuestra causa pensante puede dar una doctrina, para unificar al mundo? ciertamente que nó; porque vuestro fruto intelectual, pertenece a las leyes humanas;