Efesios 4:18 «Teniendo el entendimiento entenebrecido, alejados de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón.»
Efesios 5:8 «Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz.»
1 Corintios 13:11 «Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.»
Colosenses 3:10 «Y os habéis puesto el nuevo hombre, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno.»
Cuando los tripulantes solares piensan en construír la nave, de sus mentes salen rayos magnéticos; que pasando a través de sus ojos, materializan moléculas; esta acción mental se llama acción Alfa en el Reino de los Cielos; al rayo magnético se le conoce por luz Alfa; un principio creador de los infinitos que exsisten en la creación de Dios; la individualidad solar al impregnarse en las nacientes moléculas, cumplen una divina ley, que es como una microscópica réplica de la infinita ley de Dios; el divino término: Dios está en todas partes, se cumple en la divina acción alfa de los padres solares; en esta ley, la mente solar actúa en dimensiones tan invisibles, que sólo lo delicado de una mente lo puede ver; en cada molécula que nace del magnetismo mental de los tripulantes solares, se ven microscópicas escenas de destinos; lo que está por suceder en un platillo volador, principia desde lo invisible molecular hasta constituírse en la geometría de un hecho presente; dentro de una molécula están infinitos tiempos, escenas, acuerdos, encuentros, misterios, y lo desconocido; en un platillo volador se cumplen leyes de creaciones, que están en relación directa, con la creación misma; dentro de un platillo volador, no se vive con las sensaciones, a que están acostumbrados los seres humanos; las sensaciones humanas, corresponden a una vida de prueba, en que nadie está seguro; lo único seguro que sabe el espíritu humano, es que le fué anunciado por siglos, un divino juicio; en los platillos voladores las sensaciones de sus tripulantes no poseen la incertidumbre humana; porque ellos no pidieron la prueba de la vida humana; sus sensaciones forman un todo de entendimiento telepático, con el todo sobre el todo del Universo Expansivo Pensante; entre molécula y mente solar, exsiste una armonía que es la causa de la transformación geométrica instantánea, de lo que se desea ser; en un platillo volador ocurren hechos que el conocimiento humano, calificaría de fantástico; y que sin embargo dentro de los platillos voladores, son mirados con la mayor naturalidad; es que ellos están acostumbrados a tratar con el infinito; y la criatura humana, encerrada en su mundo de prueba ninguna experiencia tiene con ella; experiencias en el sentido de comprender su propio orígen como causa; las moléculas creadas por el pensar solar poseen una magnetización que las hace transformables é instantáneas; la rapidez entre molécula y la divina orden solar, es infinita; la individualidad solar al penetrar en el interior de cada molécula, lo hace con fuerza irresistible; lo mental de un padre solar, es como un gigantesco sol ante la molécula; su actitud molecular en las leyes vivientes, es como la actitud que tomaría una criatura, que tiene fé en su Dios; la molécula siente con influencia de individualidad; es la aproximación geométrica de sí misma; es decir que lo inerte tiene vida que sólo lo comprende lo inerte; tal como lo que siente un espíritu, sólo lo comprende otro espíritu; las transformaciones de un platillo volador, son geométricamente paralelas a los pensares de sus moléculas; es decir que cada deseo de un padre solar, se transforma en una determinada geometría dentro de la materia; lo individual solar magnetiza a los libres albedríos, que viniendo desde todos los puntos del universo, traen en sí mismos, las más variadas geometrías; entre ellas están las moléculas que desean conocer experiencias de platillo volador; la individualidad solar, a nadie obliga; son los libres albedríos geométricos del universo, los que amorosamente acuden a los llamados mentales de los padres solares; es así que por todo el infinito, se ven muchedumbres inauditas, rodeando a los gigantescos soles; estas escenas no tienen límites; y el mundo de la prueba de la Tierra, las verá en la television solar; los espíritus como los de la geometría humana, también acuden; casi nadie los conocen; porque el universo es tan infinito, que el propio infinito de lo que se es, desaparece ante otros desconocidos infinitos; las multitudes en torno a los soles, piden reencarnaciones ó transformaciones que nunca han conocido; a todos fascina el conocer por sí mismo, leyes en desconocidas regiones de las galaxias; así ocurrió con los espíritus humanos de la Tierra; ansiaban conocer un lejano y desconocido planeta de prueba; añoraban conocer en sí mismos, una desconocida individualidad; de la que sólo sabían sus características pedidas; el pedir la reencarnación hace que todo espíritu reciba desconocidas sensaciones; la sensación nace comprimida en el instante del nacimiento; y se vá expandiendo a medida que se desarrolla la criatura; en los platillos voladores ocurre algo semejante; la alianza de infinitas moléculas que piden tener una geometría de nave, se vá desarrollando a medida que lo desee, la individualidad solar; la atracción de moléculas, se hace al impulso del magnetismo de los soles; la individualidad irradia una energía que hace que todos los elementos a su alcance, se transformen en geometrías moleculares; el destino microscópico de cada molécula, es la línea de la materialización; es decir que lo que no se era, se llega a ser a través de un túnel ó dimensión, que no tiene límites; porque las individualidades solares están unidas por los cordones solares; la impregnación de las individualidades solares en el metal de la nave misma, es una de las maravillas de la creación; el futuro de todas las cosas, se logra a través de magnetizaciones; los platillos voladores son escencias mentales que en lo físico, principian a comprimir el calor de sus individualidades hasta materializarlas; lo calórico emprende un recorrido en que el deseo mental se geometriza; el libre albedrío magnetizante de los padres solares, actúa sobre el libre albedrío de las moléculas; el metal de los platillos voladores se vuelve radiación expansiva con geometría suspensiva; es decir que en todo instante el metal de un platillo volador, está expuesto a cambiar de geometría; la magnetización es la misma impregnación de las individualidades solares; este divino proceso que ocurre en infinitos puntos del universo, recibe infinitos nombres, que corresponden a infinitas evoluciones en infinitos cuerpos celestes; en el Reino de los Cielos, todos ven las construcciones de platillos voladores; y jamás se repite lo mismo; es decir, que las características de las construcciones, son infinitas; debido a que la evolución universal es eternamente geométrica y no se detiene jamás; en el proceso de impregnar la individualidad en lo material, las líneas ó fibras mentales de los padres solares, efectúan una alianza con lo más microscópico de la escencia que contienen las moléculas; el libre albedrío del querubín molecular, se geometriza y escoge una determinada forma material; en esta forma está también el deseo geométrico del padre solar; en el proceso de creación de moléculas, está el sello de cielo, a que pertenece el padre solar; está el conocimiento llamado Santísima Trinidad, con el cual la molécula del metal de la nave, conocerá transformaciones que no conoce; la impregnación ó magnetización contiene infinitas herencias, que dan por resultado, cualidades y calidades en las transformaciones geométricas de los platillos voladores; la jerarquía a que pertenece un platillo volador, reúne características que le distinguen; la individualidad solar dá forma geométrica a sus propias alianzas con las moléculas; tal como le fué dada al espíritu humano, cuando pidió la reencarnación; la individualidad humana crea también objetos geométricos; que son como una microscópica réplica, al divino proceso de la creación de un platillo volador; la diferencia inmensa entre uno y otro, está en que en los platillos voladores, se conversa telepáticamente con las moléculas; en la ley humana esta maravilla no exsiste; en los platillos voladores sus transformaciones se logran por acuerdo mental; en lo humano sus transformaciones van acompañadas por una indiferencia mental; el entendimiento se detiene, porque la indiferencia se ha heredado; cuando se está creando un platillo volador, el procedimiento mismo se vuelve musical; son las infinitas telepatías en libre albedrío de multitudes de moléculas; esta música celestial encierra infinitos conceptos melódicos, que han alcanzado las moléculas en sus evoluciones moleculares; allí se escuchan melodías inmortales, que en tiempos remotísimos, fueron cantadas por desconocidas multitudes, que vivieron en remotísimas y desconocidas galaxias; allí se escuchan notas en todas las escalas musicales; y el misterio audible adquiere proporciones inauditas; la magnetización efectuada por los tripulantes solares, proporciona infinitas leyes de estudio, todas relacionadas con el infinito; leyes desconocidas son estudiadas y analizadas por infinitos soles vivientes; la molécula es triceptada en su conocimiento molecular; divino Padre Jehova ¿qué significa triceptada? triceptar hijo, significa trabajar en la espíritualidad; triceptar el ángulo recto de 90° es revelar para infinitos planetas tierras, sus propios orígenes planetarios; triceptar incluye intervención de la Trinidad Solar; en toda triceptación se incluye ineludiblemente a la geometría universal; en la creación de todo platillo volador, los padres solares triceptan con sus propias trinidades alcanzadas, a microscópicas trinidades llamadas moléculas; con sus individualidades solares, triceptan a multitudes; las moléculas al ser triceptadas, adoptan determinaciones de destinos moleculares; la individualidad solar al impregnarse en lo más microscópico de la molécula, la hace tomar decisiones que se vuelven materializaciones geométricas; el metal de la nave principia a tomar forma, en medio de multitudes de líneas geométricas; que buscando sus propias comodidades, se materializan y se solidifican; lo denso se endurece comprimiendo a las geometrías moleculares; la molécula nace de una caloría que se solidifica; este principio de la molécula corresponde a la naturaleza de la Tierra; porque lo de Dios no tiene sólo un principio; los principios moleculares son infinitos; lo microscópico se expresa en la creación de Dios, en infinitas é interminables leyes; la molécula nace de sí misma; de cada idea que cada uno genera en la vida, dá lugar a un principio molecular, que tendrá las características de la individualidad del espíritu, que generó la idea; la molécula tiene influencia magnética de materia y de espíritu; el carácter de la individualidad se impregna en la idea física; tal como los padres solares impregnan sus individualidades solares, en el metal de los platillos voladores; entre el principio de la idea y el principio de la molécula, exsiste una eternidad de tiempo; este tiempo nace desde lo invisible hacia lo visible; el principio molecular nace microbio con radiación mental; a medida que se desarrolla la idea, su radiación atrae a otras radiaciones, que corresponden a otras infinitas ideas; es la atracción de principio molecular; una molécula atrae a la otra, en una infinita cadena de atracción mutua; las moléculas se van acumulando hasta formar un planeta; la individualidad de una, se constituye en el todo de todas; son las alianzas moleculares para formar un planeta; tal como las moléculas de carne, forman alianzas para constituírse en un todo de un cuerpo humano; el desarrollo del cuerpo humano y de todos los cuerpos de la naturaleza, cumplen el mismo desarrollo que tienen los planetas; la caloría primitiva atrae las moléculas y produce el desarrollo molecular; el crecimiento es por radiación trátese de planetas, soles ó de cuerpos de carne; la cohesión reúne a infinitas moléculas, en un instante dado y en un presente dado; el libre albedrío molecular es atraído por sus propias radiaciones; así nació la Tierra y los infinitos planetas del universo; en un platillo volador, ocurre cosa igual; lo de arriba es igual a lo de abajo; los planetas y naves espaciales que rodean a la Tierra, cumplen la misma ley de desarrollo; las moléculas se renuevan así mismas; se transforman y mantienen una determinada resistencia geométrica; en que los elementos son una de sus manifestaciones; porque microscópicas escenas escapan al ojo humano; en el presente humano exsisten universos de criaturas, que pertenecen a las dimensiones de lo íntimo; tales escenas las verá el mundo de la prueba en la television solar; las moléculas del metal de los platillos voladores, contienen el magnetismo solar de las mentes solares; la individualidad de los padres solares penetra a cada molécula en poder ascendente geométrico-molecular; es decir que en todo instante, el metal de los platillos voladores cambia de forma; estableciéndose entre los tripulantes solares y las moléculas, magnetismos de todos los colores imaginables; tales colores provienen de pasadas influencias planetarias, que corresponden a infinitas reencarnaciones, que en tiempos remotísimos vivieron los tripulantes solares; todo lo vivido se vuelve áurea de color; y a medida que todo espíritu asciende de jerarquía a medida que vá conociendo nuevas formas de vida, su propia áurea aumenta en variedad de color; estos colores no abandonan jamás al espíritu; de ellos nacen fuerzas magnéticas, que con el correr del tiempo, se constituirán en verbos solares; teniendo potestad sobre los querubínes de la materia; tal como la tienen los padres solares; en ellos el divino verbo adquiere poderes sin límites; son creadores infinitos de máquinas y planetas; en los platillos voladores la solidificación de moléculas, dá lugar a leyes que son glorias de un pasado, que no tiene ni principio ni fín; porque toda causa del universo, está eternamente unida a otra; la expansión radiante de las causas, están unidas por cordones solares ó dimensiones solares; y dentro de las causas, conviven planetas, soles y platillos voladores; porque siendo la causa microscópica, se vá expandiendo y se hace causa del macrocosmo; lo microscópico es relativo y transformable por siempre jamás; las causas son focos magnéticos que en su eternidad expansiva, se vuelven colosales soles de infinitos colores; y no sólo de soles sino, que toda causa se convierte en toda forma geométrica; entre las que están la de los cuerpos celestes; porque libre albedrío eterno, tienen las causas pensantes; toda causa humana, es impregnación magnética de la individualidad sobre la idea; la individualidad es magnetismo y la idea física también lo es; entre la idea mental humana y la creación de un platillo volador, exsiste una misma ley de principio; lo que cambia es la jerarquía del magnetismo creado; los platillos voladores no tienen límites en sus poderes creadores; la criatura humana sí que tiene límite; la impregnación en los platillos voladores, es un divino proceso en que se ven los principios de vidas; es un proceso que cuando ocurre, muestra a todo el universo, pasados desconocidos; se abren nuevas y desconocidas dimensiones; principios por infinitos planetas buscados; el divino verbo al impregnarse, abre nuevos cielos, a los ya conocidos; este espectáculo tiene infinitos nombres, según las evoluciones de los planetas; los sucesos cósmicos siendo infinitos, tienen también interpretación infinita; en la impregnación, el divino verbo deja su sello hereditario; cada molécula del platillo volador, recibe herencia solar; tal como los objetos que manipuló la criatura humana, en la prueba de la vida; porque todo lo que tocó, vió y oyó la criatura humana, absolutamente todo quedó impregnado de su magnetismo; este magnetismo salido de sí mismo, se vuelve visible en la television solar; porque hasta lo invisible de sí mismo, pidió divino juicio a Dios; nadie es menos en sí mismo, en su propio todo que pidió a Dios; la impregnación de las individualidades solares, provoca espectáculos grandiosos que se miden y calculan en medidas solares; porque lo de ellos no es humano; lo de ellos no perece ni se pudre; lo de ellos dá vida; lo de ellos vive en todo instante, la sensación viviente de la eternidad; no exsiste en ellos olvido del pasado; en todo instante ellos se ven como en un espejo, su lugar de orígen galáctico; lo de ellos posee potestad de juzjar a las criaturas microscópicas, como lo son los seres humanos; ciertamente que lo humano nada puede contra lo que todo lo puede; la impregnación ó magnetización es una infinita ley de transformación en los elementos del universo; lo que en determinada naturaleza planetaria se requería de cierto tiempo para ver madurados sus frutos, en la impregnación ó magnetización tal tiempo se reduce a lo instantáneo; en esta ley solar no se necesita esperar para ver tal ó cual cuerpo celeste, ó tal ó cual fruto; el verbo solar hace que la impregnación ó magnetización sea instantánea; cuando los tripulantes de los platillos voladores impregnan sus individualidades, ocurren geometrías celestiales, que se van reencarnando ó metalizando en las moléculas; la transformación a metal, principia por la voluntad de querer llegar a serlo; y todo deseo de querer, es también geométrico; esta primera geometría del deseo, se expande por el cosmos, atrayendo amorosamente, a multitudes de moléculas; son multitudes de reencarnaciones, llevadas a cabo en un instante; la rapidez en los padres solares, es proporcional a sus propios verbos solares; esta instantaneidad se mide por universos expansivos; los límites no tienen límites, porque nadie es único en sus poderes; ni nadie se detiene eternamente en un límite; tarde ó temprano el libre albedrío del espíritu, pide nueva reencarnación; y en nuevas exsistencias, conoce nuevos conceptos de los límites; como ni la materia ni el espíritu son únicos, es que ningún límite es único en su concepto de límite; y no obstante todo límite posee jerarquía de límite; una jerarquía que no tiene ni jamás tendrá límites; todo límite posee principio y fín; y dentro de ellos, están colosales universos en expansión eterna; el límite es inalcanzable porque el espíritu, no se conforma con un sólo límite;
porque en todo instante se expande en ideas, que poseen límites relativos, subordinados al límite de la vida misma; el límite de una idea mental humana, contiene dentro de sí misma, el modo de pensar del espíritu; en los tripulantes solares este mismo pensar, provoca la aparición de colosales espacios, en que gravitan colosales mundos y soles; son ideas generadas por criaturas del Macrocosmo; y estas criaturas del macro, tuvieron también, un principio universal microscópico; los padres solares fueron también humanos, del tamaño de los actuales hombres; fueron también de los planetas polvos, como lo es la Tierra; y tuvieron tantas reencarnaciones, que con el correr del tiempo, las magnetizaciones de vidas, los convierten en jerarquías solares; sus enormes espacios dentro de las ideas que generan, lo lograron con sudor y lágrimas; porque vivieron también infinitas pruebas de vidas en infinitos planetas tierras; sus propias impregnaciones mentales ocurridas en sus remotísimas y pasadas exsistencias, se unen formando un sólo magnetismo expansivo, que es dirigido por la propia mente solar; la cualidad y la calidad del metal de la nave, nace de la cualidad y de la calidad de la individualidad del propio tripulante solar; según sean los magnetismos alcanzados en la evolución solar, así será también la cualidad y la calidad del metal de la nave; los metales de los platillos voladores, no se reducen sólo a unos pocos; las clases de metales son en ellos, infinitos; porque su causa es también infinita; los soles vivientes no tienen límites; los platillos voladores desde el punto de vista de los metales, no son más que una microscópica concepción salida del hombre; porque no sólo de metales son construídas estas naves, que jamás nunca han tenido ni principio ni fín; el hombre de la Tierra habla de metales, porque su propia microscópica evolución, no concibe otra cosa; el concepto de los metales conocidos por el hombre, son primitivos; no puede ir muy lejos con sus metales, dentro de la profundidad del cosmos; los metales de los humanos, no resisten a ningún sol del universo; todos se derriten; en cambio en otros infinitos mundos, sus criaturas entran y salen de los soles; tales criaturas superaron la primitiva etapa de los metales; ciertamente que la ciencia humana surgida durante la prueba de la vida, jamás logrará llegar ni a los planetas ni a los soles; porque le sorprende el divino juicio pedido a Dios; se cumple lo que ya la humanidad sabía por siglos; se cumple la divina parábola que millones han leído en todos los idiomas de la Tierra: Y llegará la verdad, por sorpresa; como la sorpresa que causa un ladrón de noche; el término ladrón fué divina inspiración, en el extraño mundo surgido de las extrañas leyes del oro, que escogieron los hombres; la impregnación de los tripulantes de los platillos voladores, la hacen a través de sus ojos; es un principio generalizado; por sus ojos salen los rayos Alfa de infinitos colores; la composición de la luz Alfa, está compuesta de todas las virtudes de que es poseedor el tripulante solar; cada una de sus virtudes constituye un magnetismo que posee color propio; en que el tripulante solar, lo puede hacer variar en muchas intensidades de color; estos colores que son característicos en los platillos voladores, muchos humanos los han visto; y son colores iguales al áurea humana; toda individualidad es un magnetismo de colores, que jamás cesará de enriquecerse en nuevos colores; pues a medida que el espíritu conoce nuevas formas de vida, conoce también nuevos y desconocidos colores en su propia individualidad; por lo tanto en la construcción de platillos voladores, los colores de sus impregnaciones de sus individualidades sobre los metales, no tiene límite; ni jamás lo tendrá; la composición de la luz Alfa en los padres solares, posee los magnetismos que corresponden a los elementos, de que se nutrió cuando se vivió en los remotísimos mundos del pasado; elemento por elemento, sus magnetismos enriquecen a la individualidad que en todo instante de la vida, los siente; en la criatura humana, por la visión y por la respiración, entra el magnetismo de los elementos; sin el concurso ó alianza de los elementos, nadie llega a nada; cada cual es lo que es, gracias al todo sobre el todo del universo; nadie es menos en el progreso de sí mismo; es por esto es que se escribió: Nadie es único; sólo Dios es único; en el propio esfuerzo mental que cada cual hizo en la vida, el magnetismo de los elementos, fué algo ineludible; instante por instante durante el desarrollo de la vida, la individualidad maduraba en unión con los elementos; sin los elementos en cada forma de vida y en cada mundo, nadie avanzaría en su evolución; los poderes físicos y mentales se logran con el esfuerzo propio y con el concurso de los elementos, que hacen posible la vida; es así que los tripulantes de los platillos voladores, deben sus poderes de sus verbos solares, a infinitas alianzas que hicieron con infinitos elementos en infinitos planetas; es así que los poderes salidos de la individualidad, tienen influencia espíritual y material; y cada individualidad dá a su poder, su propia geometría según su jerarquía; lo último significa según el concepto que sienta su propia individualidad, con respecto a la causa de orígen de sí mismo; cada causa en su propio razonamiento, profundiza en poder, su propio orígen; unos son más elevados y profundos que otros; la causa posee jerarquías de causa; causa y verbo solar, forman un todo que se manifiesta en tal ó cual creación; las causas son asimilables; es decir, que la causa menos profunda, está amorosamente subordinada a la más profunda; la menos profunda que posee una menor jerarquía, pide transformaciones a la más profunda ó de mayor jerarquía; en los padres solares la causa está constituída en infinitas jerarquías solares; y exsiste entre ellos, alianzas de causas; en que multitudes de querubínes de tal ó cual reino que pertenece a tal ó cual padre solar, se unen a otras multitudes de querubínes pertenecientes a otros tantos reinos de otros padres solares; así nacen nuevas y desconocidas formas de platillos voladores; el conocimiento de una causa, se vé beneficiado con el conocimiento de otra causa; esto se llama en el Reino de los Cielos, divina complementación de verbos solares; esta ley que ocurre en grado infinito en el cosmos infinito, fué enseñada en la Tierra, como el Arca de las Alianzas; que se traduce como la de hechos materializados; el divino evangelio del Padre Jehova enseña en sus divinas parábolas, leyes y sucesos que en todo instante, ocurren en el universo; lo que el divino Padre enseña, no es exclusivo de un sólo mundo; porque lo de Dios, no está limitado a un sólo planeta; las divinas expresiones salidas del divino libre albedrío de Dios, abarcan a todo el universo; la prueba de la vida humana consistía, en comprenderle en las divinas escrituras del divino evangelio; para lo cual todos le prometieron a Dios, comprenderle en sus propias individualidades; nadie pidió adorarle en los extraños templos materiales, porque todos sabían y lo veían, de que Dios está en todas partes; quien le adoró sin recurrir a extrañas formas materiales, avanzó en su propia forma de fé, en la prueba de la vida; los que recurrieron a los templos materiales y a extrañas imágenes, retrocedieron en sus formas de fé; la más grande adoración a Dios, lo constituye el trabajo; no exsiste otra adoración mayor; el trabajo hace progresar a la criatura; la adoración material con inclusión de imágenes materiales, ningún mérito le reportó; fué una lamentable pérdida de tiempo; porque la extraña adoración material, no gana puntaje de luz; la adoración de mayor mérito, como lo es el trabajo, sí que gana puntaje de luz; es más fácil que entre al Reino de los Cielos, uno que adoró a Dios, haciendo cumplir en sí mismo, leyes del universo; a que puedan entrar, los que le adoraron en extrañas prácticas, que ni ellos pidieron en el Reino de Dios; la magnetización en las costumbres, es una realidad y sucede que las extrañas costumbres ó extraños hábitos, necesitan de muchas exsistencias de parte del espíritu, para poder superarlas; en los platillos voladores sus tripulantes ven y observan todas las extrañas formas, que poseen los extraños templos materiales de la Tierra; ellos las ven en sus televisiones solares; y se extrañan y se entristecen; porque saben que con ello nada se gana; al contrario; se pierde gran parte del fruto de la prueba de la vida; ellos al observar la extraña división en que cayó el mundo de la prueba, ellos se acuerdan de satanás, que en el Reino de los Cielos, le dividió a los ángeles del Padre; esta imitación a la obra de satanás, les entristece; porque ellos saben, que quien imita a satanás, en los lejanos mundos de pruebas, no vuelve a entrar al Reino de los Cielos; ningún imitador de satanás, ninguno entra; sé hijo que algo deseas preguntarme; dilo; divino Padre Jehova, ¿ellos también ven los ritos extraños, que a diario ocurren en los templos del mundo? así es hijo; los tripulantes de los platillos voladores, todo lo ven; nada escapa a ellos; desde distancias inconmensurables, observan lo que ocurre en infinitos planetas; la Tierra como el resto de los planetas, son observados desde cuando eran una microscópica chispita solar; ellos están acostumbrados a observar los desarrollos de los planetas; son sus divinas misiones el hacerlo; en los platillos voladores, hay muchas criaturas que en épocas pasadas, fueron humanos en la Tierra; son los espíritus libres; los que ya dejaron su envoltura de carne, que les sirvieron para conocer una forma de vida; así lo veo divino Padre Jehova, por tu divina gracia; Y te diré hijo, que los tripulantes solares, admiten en sus naves, a los que en ellos creyeron, en la prueba de la vida; no admiten a los que no creyeron; porque ellos respetan los ideales de los hijos del cosmos; a nadie obligan; ellos simplemente leen las mentes y saben en forma instantánea, quien creyó ó no creyó en ellos; muchos espíritus humanos y de otros mundos, lloran el haberse dejado influenciar, en sus respectivos planetas de pruebas, por la extraña incredulidad; pues nada ganaron con ello; nadie los quiere en el universo; porque toda forma de incredulidad, provenga del mundo que provenga, es considerado en el conocimiento universal, como un extraño límite al infinito de Dios; y nadie desea en su libre albedrío de criatura, tener amistad con los que le ponen límites a Dios; nadie desea juicios de parte de Dios, en el sentido de empequeñecer su divino poder sin igual; los incrédulos de todos los mundos, siempre pierden en el universo, cuando abandonan sus planetas de pruebas; y ninguno logra volver a entrar al Reino de los Cielos; es más fácil que entre al Cielo, uno que creyó en el Cielo; a que pueda entrar, uno que no creyó; en los platillos voladores se preparan los magnetismos para entrar en contacto con los elementos de la Tierra; ellos poseen la ley viviente del universo; un divino poder que la criatura humana no tiene; ellos al viajar a los mundos, transforman su cohesión molecular, a dichos mundos; equilibran su poder magnético al mismo nivel del planeta, conque harán contacto; ellos utilizan a los mismos elementos para convivir en tal ó cual planeta; esta ley los convierte en los más grandes poderes, en la propia historia del planeta; siempre ocurre igual; así ocurrirá pronto en la Tierra; los platillos voladores fueron pedidos por la propia humanidad, en el día del Juicio Final; esto ocurrió cuando cada espíritu humano pidió la gloria y la majestad del hijo de Dios; los platillos voladores están incluídos en la gloria y la majestad del Hijo Primogénito; así ocurrió en otras reencarnaciones del hijo de Dios; un padre solar cuando interviene en los lejanos mundos, lo hace con poder y gloria, correspondiente a su divina jerarquía solar; en los platillos voladores sus tripulantes están en eterno contacto con los infinitos hijos primogénitos de Dios; porque la Trinidad Solar se expande por el infinito, conservando cada Hijo Primogénito, su divino libre albedrío en su respectivo planeta; esta ley es ley solar; no es ley humana; y a muchos les costará comprenderla; la comprenderán cuando sientan los movimientos sísmicos, provocados a voluntad por el hijo de Dios; y cuando vean por sus propios ojos, la abertura de los océanos por el hijo de Dios; tal como lo ves hijo en tu telepatía universal; la impregnación de las individualidades solares en infinitas clases de creaciones, es una ley que corresponde a los que por sus propios esfuerzos, lograron llegar a ser, criaturas del macrocosmo; el macro como lo llaman los tripulantes de los platillos voladores, es el mismo Reino de los Cielos; un lugar que no tiene límites y en donde todo es gigantesco; el macro representa la gloria de las glorias; allí se vé el infinito de todo lo que fué finito, en los lejanos planetas del micro; quien visita el macro, es un bienaventurado; los niños de todos los mundos son los únicos bienaventurados; sólo ellos tienen ganada la gloria de entrar al Reino de los Cielos; allí se ven infinitas clases de reencarnaciones que jamás nadie las conoce todas; porque lo de Dios no tiene ni principio ni fín; en los platillos voladores, sus tripulantes crean transformaciones en que la nave se vuelve cielo; en donde hubo una nave, hay un reino sin límites; y dentro de tal reino, ocurren las más inauditas transformaciones; el estado físico de un platillo volador, es tan cambiante, como lo es el tiempo y el clima en las naturalezas planetarias; son cambios físicos que tienen relación directa con microscópicos presentes dentro del propio presente que viven; las leyes físicas que se cumplen en los platillos voladores, no tienen límites; porque en todos está el supremo deseo de perfeccionar lo que ya está hecho; son divinas alianzas de perfeccionamiento que se piden en el Reino de los Cielos; entre sus infinitos perfeccionamientos que ellos se imponen, está la de recoger las ideas mentales que generan las criaturas de los mundos; en esta ley de perfeccionamiento hubo acuerdo celestial entre espíritus humanos y los tripulantes de los platillos voladores; cada uno estrechó las manos de los tripulantes solares, en el Reino de los Cielos; y todos en presencia del divino Padre, se desearon lo mejor en sus respectivas misiones; esta celestial escena la verá el mundo de la prueba en la television solar; y a muchos se les caerá la cara de verguenza; especialmente en aquéllos que siendo orgullosos é ignorantes de las maravillas del infinito, negaron la exsistencia de los platillos voladores; ellos mismos se identificarán en la television solar; siempre ocurre lo mismo, en los que le ponen límite a lo de Dios; siempre terminan haciendo el ridículo universal; y muchos no escarmientan; porque la mayoría de los que se toman el extraño libertinaje, de ponerle límite a Dios, ya habían caído en lo mismo, en otras exsistencias de pruebas, en otros planetas tierras; y muchos lo volverán hacer en futuras exsistencias de vidas de pruebas, que pedirán a Dios; los negadores necesitan nuevas formas de vidas, para terminar con la extraña sensación de negar el infinito al Eterno; divino Padre Jehova, ¿a qué se debe que estos extraños negadores de tu infinito, les cueste tanto reconocer sus errores? se debe hijo, a que cuando piden conocer tal ó cual forma de vida, lo hacen incluyendo la sensación de la negación, porque la desconocen; y al mismo tiempo que la piden a Dios, le prometen vencer tal sensación pedida; todo espíritu se impone para vencer, las más extrañas y desconocidas pruebas; es un contraste que prometen vencer, en los lejanos planetas de pruebas; tu planeta Tierra está llena de tales espíritus; entre ellos los llamados materialistas; el extraño pedido de los espíritus materialistas, consistía en no sentir la divina presencia de Dios en sus maneras de ser; y prometieron a la vez al Padre, no negarle llegado el momento de la prueba; ciertamente que tan extrañas sensaciones pedidas por los espíritus materialistas, son dificilísimas de cumplir; siempre pierden; sobre todo cuando incluyen en sus pedidos de sensaciones, conocer la sensación del olvido del pasado; porque tampoco no lo conocían; la verguenza de los llamados materialistas, será inmensa en los acontecimientos que están por venir sobre la Tierra; muchos de verguenza se suicidarán en el llorar y crujir de dientes; y muchos también, ya lo habían hecho en otros mundos de pruebas; muchas veces se suicidaron en otras historias planetarias; si lo hacen de nuevo, tanto peor para ellos; más tienen que pagar por poros de carne; la prueba de la vida consistía, en no quitarse la vida ni quitársela a otro; ninguno de los que se quitaron la vida, en la prueba de la vida humana, ninguno a vuelto a entrar al Reino de los Cielos; ni ninguno entrará; el mundo de la prueba, verá con horror, la situación de todo suicida, en la television solar; nada agradable es la futura situación, de los que se quitan la vida; en los platillos voladores se lleva un riguroso control, de los que se han tomado el extraño libertinaje, de quitarse la vida, de todas las épocas de la Tierra; así como también se lleva un riguroso control de los tiranos que conoció el mundo de la prueba; éstos últimos, serán declarados malditos por el hijo de Dios; terrible ley de divina justicia, en que los condenados mueren totalmente aislados del mundo; y estarán también expuestos a la ley de la maldición, todos aquéllos ciegos, que aplaudieron y proclamaron a los tiranos; todos los que les sirvieron; porque a satanás sirvieron; y todo el que sirvió a tirano, será llamado traidor por el hijo de Dios; y todos los traidores serán recordados por todas las generaciones del futuro; porque todo divino mandato de justicia, salido del hijo de Dios, llevará el sello de la inmortalidad; tal como lo tenía y lo tiene, en lo sucedido hace ya muchos siglos, cuando cumplió con la divina misión de Mesías, en el mundo antiguo.-
ESCRIBE: ALFA Y OMEGA.-